Aunque este blog estaba dirigido en un primer momento al triatlon y sus aventuras, he decidido y dependiendo de la inspiración que me vio nacer, ir contando alguna de las historias que estarán siempre junto a mi. Por eso, en este capítulo voy a hablar de POYALES DEL HOYO, el pueblo donde he pasado toda mi infancia y, aunque ahora lo frecuento menos, me llena de satisfacción sus recuerdos y todo lo que lo rodea.
Municipio enclavado en el suroeste de la provincia de Avila, limita con los términos municipales de Candeleda y Arenas de San Pedro formando parte del Valle del Tietar y del macizo central, del sistema Montañoso de la sierra de Gredos.
A las afueras del pueblo nos encontramos con el río Arbillas, explendido por sus aguas cristalina y vegetación que lo rodea, que forman diferentes charcos naturales utilizables en verano para refrescarse del calor, e incluso para recupersarse de la resaca (que fría que está la jodia !!!. Estaría permitido el neopreno). Mira que he pasado buenos ratos en este río tanto de jovencillo como ahora (aunque más de jovencillo). Ahí estan los charcos como los médicos (con su espectacular cascada - ver foto), las virtudes (donde se llevaban a las chicas por la noche), las cazuelas (donde se bañan los padres), las ollas (donde se veían las mayores caidas de la gente, incluso de un servidor que cai con la cabeza entre 2 piedras - pa vernos matao), el charco de la muerte (característico por su salto de una piedra que como te descuides, pues eso la ...), puente palo (donde se baña desnudo), y un sin fin de charcos cada uno con su historia.
También y antes de entrar en el pueblo, existe un camino que rodea el pueblo y que recorre los prados y el polideportivo, es broma !!!, el campo de futbol donde en verano se jugaban los torneos en las fiestas que cubrian todo el día. Después de comer al río, por la tarde a jugar al futbol o ir a verlo, y por la noche FIESTA !! (a ver con quién te liabas, jeje). Las mañanas se dedicaban a dormir y recuperar.
Y dentro del pueblo, que contar de un pueblo. Casas bajas, pocos pisos. Todos son casas individuales, y según la zona del pueblo donde vayas las casas son mas antiguas. Se respira ambiente de pueblo. Por las mañanas se huele a romero, el horno de leña, ummmm !!! que olor. En el moral está la iglesia, como todo pueblo, y su ayuntamiento (un poco cutre), con los más mayores del pueblo sentados en los poyetes (de ahi parte del nombre del pueblo) y hablando (alguno ya ni puede) y, sobre todo, observando (como les gusta mirar !!!). Como molan las frases cuando llegas de los abueletes que dices: 'A veis venío todos' 'cuando sus vais'. En fin, te ries en su momento pero luego te emocionas al recordarlo. Además, tenemos los sitios típicos y míticos como 'Spar Domingo', 'El Guapito', 'Bar Marisa', 'Hogar', etc. Si las paredes hablases, las historias que se contarían ... de todos.
Otro parte del pueblo, que aunque está en el otro lado y en la parte de abajo, me encanta, sobre todo en invierno, primavera y otoño, y son las Vegas. Antiguamente, era el corazón del pueblo con las fincas cultivadas; sin embargo, ahora apenas hay cultivo y ganado, las fincas se destinan más a uso privado de segunda casa y apenas ves ovejas, toros. Me encanta porque puedes andar tranquilamente y montar en bicicleta. Tiene unas vista a la sierra increibles (se puede ver el Almanzor) y por el ambiente que se respira.
Para mi, este pueblo me ha visto crecer, y aunque soy madrileño, me considero hoyanco (y no con p). He pasado mi infancia alli, pasando los 3 meses de verano con mi abuelo aguantándome, haciendo grandes amistades propias de la época, disfrutando, haciendo deporte, disfrutando la noche; en definitiva, una multitud de actividades que cada vez que los recuerdas o vas por alli, te vienen a la mente y piensas que maravillosos tiempos aquellos, y se pone la carne de gallina. Ahora, las visitas son más reducidas y han desaparecido la mayor parte de esas actividades que se hacian, lógico por otra parte. Ahora me encanta ir a montar en bici, o andar y disfrutar de la casa y la chimenea, pero las fiestas, el futbol ... han desaparecido (nos hacemos mayores !!!).
Y como colofón, la típica canción que ha recorrido muchos lugares de la geografia:
'Soy del hoyo
soy del hoyo,
soy de la rica rivera,
donde se fabrica el oro ...'
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3 comentarios:
realmente la cancion es asi:
Soy del hoyo
soy del hoyo,
como te agaches
te _ _ _ _ _.
Pues Ruben; hay otra parecida pero no la voy a poner que me parece más fuerte.
PD: No pongas cosas X que luego lo leen los niños ...
César está intentando quitarle el curro a Labordeta.
En las próximas entregas de 'Un pais en la mochila' veremos a César caminando por los pueblos de España con una bota de vino (rellena de Brugal) ;-)
Bonito pueblo Poyales.
Arturo
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